Esta tarde, la Champions League se viste de gala… y de acento latino. Mientras los reflectores apuntan al París Saint-Germain y al Arsenal, en la cancha estarán dos jugadores que cargan más que camisetas: llevan historias de lucha, barrio, y talento desbordado.
Por el lado del PSG, William Pacho, defensor central ecuatoriano, será la muralla que buscará detener la artillería inglesa. Desde Quinindé, en la provincia de Esmeraldas, hasta el Parque de los Príncipes, Pacho ha pasado del anonimato a ser clave en la zaga parisina. Sobrio, inteligente y con un liderazgo que va creciendo partido a partido, el exjugador del Eintracht Frankfurt quiere dejar huella en su primera gran noche europea con PSG. Su fichaje fue silencioso, pero su rendimiento ha sido ruidoso.
Del otro lado del campo, Gabriel Martinelli, brasileño nacido en Guarulhos, representa el desborde, la chispa y la irreverencia. Extremo izquierdo del Arsenal, Martinelli no solo corre: explota. Ha sido determinante en la temporada ‘gunner’ y su conexión con Odegaard y Saka promete poner en aprietos a la defensa francesa. Si el PSG pestañea, él ya está celebrando.
Este choque de semifinal no solo es táctica, no solo es estrategia. Es barrio vs barrio. Es Sudamérica colándose en la Champions con la frente en alto.
Mientras el mundo debate si Mbappé se despedirá con gloria o si Arteta ya merece una estatua, Pacho y Martinelli jugarán por más que una medalla: jugarán por cada niño que sueña con llegar, por cada madre que ahorró para unos tacos usados, por cada cancha de tierra que los vio crecer.
Porque cuando la pelota ruede, no solo será un partido más. Será una historia que también se escribe en español… y en portugués.